Descripción
Utilizamos uvas procedentes de dos regiones completamente contrastantes: nuestra finca en Perdriel, a las orillas del Río Mendoza, caracterizada por suelos pedregosos y arcillosos, con la presencia de vetas de caliche. Esta combinación se mezcla con la altitud y los suelos calcáreos de Gualtallary, situados a 1.400 metros sobre el nivel del mar. La unión de estos dos mundos nos brinda un equilibrio perfecto entre dulzura y frescura.
Los racimos son despalillados y, de forma natural, llegan a pequeñas vasijas de concreto gracias a la gravedad. La fermentación se lleva a cabo sin añadir ningún elemento adicional, manteniendo las temperaturas entre 26º y 28ºC durante varias semanas. La crianza posterior se realiza en barricas de roble francés usadas, continuando hasta la próxima vendimia.
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